Critica que Visit Valencia solo hable de crecimiento y promoción turística sin atender a los efectos indeseados que la llegada masiva de turistas ocasiona y reclama un 10% de su presupuesto para paliar estos efectos
En el pleno convocado para el día de hoy, y al hilo del informe de actuaciones presentado, el movimiento vecinal ha formulado dos propuestas para denunciar que las cosas no van bien, nada bien, ya no se puede seguir hablando de retomar la línea del crecimiento sin atender a los importantes desgarrados que ya se están produciendo en la ciudad en materia de vivienda y espacio público.
- Pleno cumplimiento de la Ley de Turismo y Hospitalidad.
Particularmente en lo que hace referencia a la elaboración del mapa de recursos turísticos y el PIAT o plan de intervención en ámbitos turísticos. - Invertir 1 millón de euros para evitar los impactos negativos que la promoción turística esta teniendo en la vida de la ciudad.
De los 8 millones de euros que anualmente consume la entidad Visit Valencia, nos hemos preguntado cuanto se invierte en inspecciones, en controlar la actividad turística, una actividad que se sabe que tiene un fuerte impacto por los movimientos especulativos que provoca. Planteamos que hay que destinar al menos un 10 % de lo que se invierte en atraer turistas en paliar los efectos negativos del crecimiento acelerado que provoca.
Porqué hemos dicho en el pleno que las cosas no van nada bien:
- Porque al menos un 40% de la oferta en VUTs no está reglada, ni podrá estarlo de aplicarse la normativa vigente.
- Porque las denuncias de los particulares por la actividad turística tardan no menos de 2 años de recorrido sin resolverse
- Porque los desahucios y la no renovación de contratos de alquiler son un goteo silencioso, casí anónimo, que está provocando el éxodo de muchos residentes en distritos como Ciutat Vella o Ruzafa
El modelo actual “no es sostenible”, no es sostenible socialmente por el grave malestar que ocasiona.
La sostenibilidad no se mide solo por las emisiones del CO2, se mide fundamentalmente por su coste social: Encarecimiento de la vivienda, desalojos, contaminación acústica, espacio público. Y ese coste, hoy por hoy, es desorbitado e insostenible.
Para acabar con el actual conflicto que nos puede llevar a acabar hablando de Zonas Turísticamente Saturadas, al igual que ya ocurre con las ZAS o zonas acústicamente saturadas, es necesario avanzar en el pleno cumplimiento de la Ley de Turismo y hospitalidad y en destinar recursos suficientes a evaluar el impacto de la actividad turística en los barrios y garantizar el pleno cumplimiento de las ordenanzas.
En el caso de Ciutat Vella, es especialmente llamativo que se quiten bancos públicos para ampliar mas aún las terrazas, que haya edificios enteros de apartamentos o bares que funcionen sin licencia de ninguna clase y con un montón de denuncias a cuestas. Con este nivel de indefensión de la ciudadanía es imposible atraer un turismo de calidad.