El Ayuntamiento de València ha aprobado el contrato para redactar el proyecto del Parque de Desembocadura en ocho meses, y sacarlo después a licitación para que las empresas interesadas presenten ofertas para su construcción. Por otra parte, este viernes 3 de mayo ha tenido lugar, a petición de la Federación vecinal, una reunión con la alcaldesa María José Catalá, en la que el movimiento vecinal organizado ha insistido en la necesidad de que se aborde definitivamente el soterramiento de las vías de Serrería.
Respecto al proyecto del Parque de Desembocadura, la Asociación Vecinal de Natzaret logró, tras cuatro décadas de lucha, el traslado de la fábrica contaminante, y reivindicó un parque con desembocadura y sin los malos humos del puerto. En representación de la Federación vecinal de València se participó en el jurado del Concurso de Ideas para el Parque que, por unanimidad, eligió la propuesta «Confluir».
También con la Federación vecinal y con las asociaciones vecinales del Grau, Penyarroja, Natzaret y La Punta se reivindicó a todas las Administraciones públicas completar el enterramiento de las vías del tren en esta parte de València para vertebrar la ciudad con el litoral pendiente desde el siglo pasado. La Federació d’Associacions Veïnals de València ha solicitado reuniones con el Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno Central. Este viernes ha tenido lugar la primera de ellas con la alcaldesa de València.
Esta infraestructura, que está pendiente desde los años 80 sigue en este momento sin planificación ni financiación. Por ello, desde la Federación vecinal se ha solicitado la reunión llevada a cabo, y se está a la espera de las respectivas reuniones también solicitadas con la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Trasportes.
En la reunión, los representantes vecinales han insistido a la alcaldesa en que “es una reivindicación histórica y es inadmisible que, cuarenta años después, aún no se haya concretado el desarrollo de un proyecto que es totalmente necesario y que ha de poner fin a la barrera existente entre el cauce histórico del río y el nuevo que nos impide comunicarnos”, ha explicado María José Broseta, presidenta de la Federación.
Por último, la presidenta de la Federación vecinal ha valorado positivamente que desde el Gobierno municipal se comparta este objetivo y que la predisposición que parece manifestar la Administración central también parece ir en la misma línea. “Desde el movimiento vecinal seguiremos insistiendo en la urgencia de esta cuestión ya que, además, aunque los inicialmente afectados son los vecinos y las vecinas de la fachada marítima, esto afecta al conjunto de la ciudad y es decisivo para llevar a cabo una verdadera vertebración del territorio”.