La Asociación Vecinal Grupo Antonio Rueda – 8 de marzo denuncia una vez más el estado de abandono del barrio, que sufre una absoluta dejadez poniendo en serio peligro la seguridad de los vecinos y vecinas que viven en estos bloques de viviendas.
Desde la asociación vecinal se viene reclamando desde hace tiempo al Ayuntamiento de València una serie de intervenciones básicas para solucionar, en primer lugar, el acceso de emergencias. Dado que, actualmente, sería imposible por ejemplo el acceso de bomberos en caso de incendio.
Distintos han sido los escritos, reuniones y requerimientos realizados formalmente sobre esta cuestión, a través de la Policía Local y también directamente con los concejales y concejalas. Especialmente desde febrero de 2020. Pero, lamentablemente, sigue pasando el tiempo y todavía no se ha dado respuesta a una situación que se hace cada vez más límite e insostenible.
Se ha anulado el acceso de bomberos, dejando en absoluto peligro a los habitantes de cientos de viviendas y generando un estado de abandono que se extiende además al estado general del barrio. Por ejemplo, la particularidad de la zona peatonal y la imposibilidad de acceso, hace que tras el cambio de modelo de Policía de Proximidad y sin agentes que caminen a pie el barrio, se haya generado una situación de abandono todavía más creciente y mayores problemas de convivencia.
Los vecinos y vecinas de la zona denuncian asimismo que se esté dejando en decadencia toda la zona, con supuestos parques que no deberían ser calificados como tales al tratarse simplemente de descampados en los que se ha ubicado un solo banco para sentarse y un par de tristes columpios que no invitan ni mucho menos al paseo ni al disfrute. Más bien, se genera la proliferación de botellones, problemas de convivencia y que las ratas campen a sus anchas.
Por todo ello, desde la AVV Grupo Antonio Rueda-8 de marzo instamos al Gobierno municipal a que de manera urgente se intervenga para solucionar toda esta situación. En primer lugar para evitar el serio peligro que genera que no puedan acceder los bomberos en caso de incendio. Pero también para soluciomnar un problema de accesos que podría impedir incluso el reparto de comida de Cruz Roja con furgonetas que se va a realizar en la primera semana de junio. Asimismo, para que se pongan los medios necesarios para impedir los botellones todos los fines de semana en el campo de fútbol, donde no hay ningún tipo de control por bien de la convivencia.
“Los vecinos y vecinas no estamos dispuestos a consentir esto. No permitiremos que se siga degradando el barrio. Merecemos calidad de vida igual que quien vive en el centro o en el ensanche de la ciudad”, exige la presidenta de la asociación vecinal Mari Carmen García.