La Federació d’Associacions Veïnals (FAAVV) de València exige a las Administraciones local y autonómica que paralice la demolición de las naves donde se pretende construir un macro hotel de más de 500 habitaciones y 18.500 m2 dentro de un patio de manzanas y que cuenta con la oposición de los vecinos y vecinas del barrio. Estas naves, cuya construcción se data entorno a los años 30 del siglo pasado cuentan con un alto valor patrimonial histórico. A pesar de ello, los actuales propietarios, que pretenden demolerlas para construir el macro hotel, ya han empezado a arrancar elementos como azulejos y paneles cerámicos sobre los que hay abierto expediente de declaración de Bien de Relevancia Local (BRL).
María José Broseta: “No podemos consentir que se permita el derribo de estas naves que deben ser protegidas y destinadas a servicios públicos”
En este sentido, la presidenta de la Federación Vecinal, María José Broseta, ha instado tanto al Gobierno municipal como a la Conselleria de Cultura a que actúen de urgencia para impedir la demolición de las naves por parte del actual propietario que adquirió el terreno para construir este macro hotel. “No podemos consentir que se permita el derribo de estas naves para que una empresa privada haga negocio construyendo un hotel gigantesco incrustado en el interior de un patio vecinal y que cuenta con la oposición de la ciudadanía”, ha dicho Broseta. Asimismo, la representante vecinal, ha señalado la necesidad de no sólo mantener esas naves, sino la conveniencia de rehabilitarlas y destinarlas a servicios públicos que necesita el barrio.
En estos momentos hay un expediente abierto para que estas naves sean declaradas Bien de Relevancia Local (BRL) tras la solicitud realizada desde la Asociación Vecinal de Sant Antoni-Saïdia. A pesar de ello, esta misma semana, la empresa propietaria del terreno donde su ubican las naves de la calle Guatla entró a arrancar elementos de valor patrimonial, entre los cuales hay azulejos y paneles cerámicos anteriores a 1940.
Con toda esta situación, la presidenta de la FAAVV ha advertido que el movimiento vecinal, así como otros movimientos sociales de toda la ciudad se movilizarán tanto este jueves como este viernes ante la posibilidad de que la empresa propietaria de los terrenos llegue a ejecutar la demolición de las naves, que podrían intentar llevasr a cabo para este mismo viernes 23 de diciembre.
Protección patrimonial
Ante los hechos ocurridos esta misma semana con los primeros daños ya causados a elementos de las naves, desde la Asociación Vecinal de Sant Antoni-Saïdia se pidió la actuación policial que, tras acudir, informó que la propiedad había solicitado permiso a la Dirección Territorial de la Conselleria de Cultura y que ese permiso se había concedido. Según la policía, el permiso incluye extraer esos elementos para salvaguardarlos mejor.
Por ello, desde el movimiento vecinal nos preguntamos si era necesario para salvaguardar mejor estos elementos extraerlos de su lugar de origen causando así un daño al conjunto de las naves conociendo la Conselleria de Cultura la solicitud de BRL que hace referencia al conjunto y no a unos elementos particulares.
“Esto no nos hace más que pensar que la empresa propietaria tiene interés en demoler las naves intentando eliminar todo rastro de valor patrimonial para seguir con su proyecto de construcción del macro hotel”, ha señalado María José Broseta.
Por ello, desde el movimiento vecinal se exige a la Conselleria de Cultura que conteste a las solicitudes realizadas desde la AVV Sant Antoni-Saïdia y se denuncia que se esté negando la opción de alegar la concesión del permiso sabiendo que así se están vulnerando derechos.
La Conselleria de Cultura ha de tutelar y hacerse cargo de la conservación de los elementos extraídos de las naves, así como facilitar el acceso a los técnicos para la valorización de las naves. También, que se repongan los elementos extraídos extremando las medidas de seguridad para no dañar más el patrimonio industrial que en este lugar se contiene.
Los solares de la calle Guatla y el proyecto de macro hotel
La zona afectada corresponde a la parte interior de la manzana ubicada entre las calles Sagunto, Padre Urbano, San Bruno y Luz Casanova. Recientemente, la Asociación Vecinal de Sant Antoni-Saïdia solicitó al Ayuntamiento información sobre la venta de los solares municipales en la calle Guatla 4 bis por 145.093,61 euros más IVA, y sobre las actuaciones de la parcela en calle Guatla 8 (antiguo ramal seco de Guatla de la acequia de Rascaña) cedida en 2006 al Ayuntamiento de Valencia por la Comunidad de Regantes de Rascaña y la posterior inmatriculación de dicha parcela en el año 2019 por una empresa.
Desde el Ayuntamiento se informó que la venta de la parcela de la calle Guatla 4 bis se realizó por motivos de colindancia a los dueños de las parcelas de calle Guatla 4, 5 y 6, herederos de Matilde Reig Giner. Desde el movimiento vecinal se reclama que, más allá de la legalidad, el Ayuntamiento de Valencia, con esta actuación ha colaborado para completar esta operación inmobiliaria presentada por la entidad promotora.
Sobre la inmatriculación de la antigua acequia de Guatla, según un informe del Ciclo Integral del Agua, dicho ramal seco se cedió al Ayuntamiento al ser desviado y ya no tener uso cuando se realizó en el año 2000 el saneamiento integral del barrio de San Antonio. Dicho informe concluye que no se debería conceder la licencia del macro hotel mientras no queden aclarados los hechos descritos en dicho informe acerca de la titularidad del suelo. Además, en otro informe del Servicio de Planeamiento, se indica que este tramo de acequia está catalogado como BRL según el catálogo Estructural de la ciudad de Valencia y por ello debe quedar garantizado su mantenimiento y protección en cualquier actuación que se realice en la zona. Desde Patrimonio Municipal, se informó a los vecinos que no disponían de información de esa parcela anterior al año 2019 y dieron por buena la inmatriculación sin hacer más gestiones.
Desde el movimiento vecinal se reclama por tanto la actuación coordinada dentro del propio Ayuntamiento y entre las distintas Administraciones integradas para una nueva operación inmobiliaria especulativa que, además, acabará dañando no solo a los vecinos y vecinas sino también a la protección del patrimonio en un lugar que se podría destinar perfectamente a la dotación de servicios públicos para la ciudadanía.