08/04/2021
Una reunión decepcionante con vagos compromisos reunión telemática con Aaron Cano y Lucia Beamud
Es necesario un acuerdo de ciudad sobre el reparto equitativo del espacio público entre los diferentes usos.
Exigimos una vigilancia más eficaz sobre el cumplimiento de las licencias de ocupación de la vía publica. En estos tiempos de pandemia y de confinamiento, la calle, las plazas y por supuesto las terrazas de los bares son el lugar de encuentro más saludable para recuperar la ansiada normalidad.
Por ello nos preocupa que la ocupación del espacio público se reparta con equidad entre los distintos usos posibles y se disfrute con seguridad. Por muchas razones estamos de acuerdo con que hay que ser generosos con la hostelería, y deberíamos estar también de acuerdo en cosas tan importantes como el respeto al derecho de paso de los viandantes o sobre el propio aforo de las terrazas.
Pero ni en una ni en otra nos hemos puesto de acuerdo, y tampoco parece que haya por parte del ayuntamiento una vigilancia demasiado exigente para corregir abusos reiterados y notorios.
Este fue el motivo por el que nos reunimos la pasada semana con la concejal de espacio público, Lucia Beamud y con el concejal de seguridad, Aaron Cano: Trasladarles nuestra preocupación por un cierto descontrol que constatamos en muchos barrios de la ciudad. Les expusimos que queríamos conocer cuántas denuncias se habían realizado y si se estaban tramitando y cuantas notificaciones de ampliación de terrazas.
Por su parte nos hicieron saber que estaban muy satisfechos con el trabajo realizado. Que se notificaban todas las solicitudes de ocupación de la vía pública en un tiempo récord, que hasta la fecha se habían concedido 608 nuevas terrazas y se habían denegado 700 y que si había algún problema era solo puntual.
Ilustración 1Plaza del Tossal al 100% de ocupaciónTambién insistieron que el actual acuerdo de ampliación de ocupación de la vía pública se mantendrá mientras duren las restricciones con independencia de que se levante el estado de alarma sanitaria en mayo.
Igualmente nos hicieron saber que el problema, si lo había, pues que no era tan grave si lo comparábamos con otras ciudades. Que en ese momento lamentaban que no podían decirnos cuantas denuncias se estaban tramitando, ni cuantos incidentes pero que teníamos que entender que el momento era muy malo para el sector.
Oyéndoles, podría parecer que nos inventamos los problemas, que somos insolidarios o que vivimos en ciudades diferentes pues no admitieron ni uno solo de nuestros reparos. La saturación de terrazas ya nos es un problema solo de Ciutat Vella o de Ruzafa, sino que se ha extendido a muchos otros barrios de la ciudad, insistimos en que es necesaria una labor de inspección más intensa y que nos parece importante saber cuántos atestados policiales se han efectuado desde el pasado mes de mayo.
Finalmente insistimos en que sería necesario comenzar a hablar ya de un acuerdo de ciudad sobre el uso espacio público pensando en el levantamiento de las restricciones y en la “nueva normalidad” que por supuesto no pasaba por volver a la situación anterior a marzo de 2020 de saturación y conflicto. Todo ello en consonancia con el “Plan para la Recuperación y Reconstrucción de la Ciudad” (Eje 01, Línea 2).
Lo más que conseguimos, entre jabonosas alabanzas al movimiento vecinal, fue un vago compromiso con que intensificarían las labores de inspección y vigilancia.
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