Hace unos días nos hacíamos eco del acoso padecido por la presidenta de la asociación de Orriols-Rascaña, y exigíamos que se tomaran medidas para que esto no volviera a ocurrir, ni a ella ni a ningún otro vecino. Lamentablemente no es un caso aislado y urge poner remedio.
Hace poco, la presidenta de la asociación del Palmar nos relataba el vía crucis personal que padece, desde pinchazos en las ruedas a periódicas intimidaciones a su entorno familiar. El presidente de Amics del Carme nos hace saber las persistentes llamadas de teléfono que recibe de algunos comerciantes del barrio pidiéndole explicaciones, a él personalmente, sobre porqué la policía local le ha requerido para retirar su mercadería de la acera.
Son historias muy diferentes de tres barrios de la ciudad, pero con un común denominador, el caldo de cultivo en el que se cuecen. Problemas enquistados, problemas de convivencia no resueltos a los que el ayuntamiento no hace frente con la suficiente determinación y cuando surgen las voces para denunciar estas situaciones de marginación o de abuso, hay quien intenta laminarlas a garrotazos.
Estos no deberían ser problemas de seguridad, o de policía. Es la dejadez, la falta de diligencia de los munícipes la que los acaba transformando en una amenaza para aquellos que señalan el problema. Acabamos criminalizando problemas de convivencia por el puro abandono o desentendimiento del Ayuntamiento. No debería nunca haberse llegado a estos extremos. Pero si no se actúa sobre los centenares de casas abandonadas o sobre los abusos en la ocupación del espacio público, lo que en realidad es un problema administrativo acaba degenerando en un problema de seguridad para la ciudadanía discrepante.
Pero el caso es que ahí están las amenazas, la violencia y el enfado de todos. Quiéralo o no, ahora a la Policía Local le toca bregar con el problema y esperamos que esté a la altura y que no se dedique a mirar para otro lado. En su última reunión la Junta Directiva de la FAAVV acordó dirigirse al Concejal de Seguridad para que nos cuente que se está haciendo para que estas cosas no se repitan
La Federación exige que se paralice la ampliación del Puerto de València y que se abra un debate para analizar su traslado a Sagunt
La FAAVV reivindicará 23.000 nuevas plazas públicas residenciales para mayores
