En el pleno del último día de febrero se ha aprobado, finalmente, por unanimidad la creación del OBSERVATORIO DEL OCIO Y DEL
TURISMO.
La decisión de promover desde el movimiento vecinal la creación este Observatorio venido motivada por el escaso efecto de las
iniciativas emprendidas hasta ahora por el Ayuntamiento para atajar los problemas de convivencia que se dan en numerosas zonas de la ciudad.
A lo largo de estos tres años se ha agravado la sobreocupación de terrazas en diferentes calles y plazas, donde disponen de la mayor
parte de la superficie peatonal en detrimento del viandante; tres años en los que el botellón ha seguido reinando en innumerables
puntos de la ciudad; y tres años en los que han aumentado exponencialmente los problemas de convivencia como consecuencia de la aparición de los apartamentos turísticos, ilegales en la mayoría de los casos, y que está dificultando el
derecho al acceso a la vivienda.
No pretendemos eliminar las terrazas, sino equilibrar el espacio que ocupan para permitir una mejor movilidad peatonal y minimizar la contaminación acústica; no pretendemos criminalizar el turismo, ni mucho menos, sino potenciar un turismo de calidad y un
alojamiento reglado que evite situaciones de intromisión en la intimidad y en la seguridad de los vecinos y vecinas, que impida los
incrementos excesivos en los precios de los alquileres o la gentrificación que ya sufren algunos barrios.
La vivienda, el espacio público y el derecho a la intimidad se encuentran seriamente amenazados por la ausencia de políticas
activas específicamente dirigidas a contener los efectos indeseados del rápido crecimiento de la industria del ocio y el turismo.
Estamos en serio riesgo, como vemos que sucede en otras ciudades, de degradar irremediablemente nuestro entorno,
corremos el peligro de instalarnos en un crónico conflicto de intereses entre empresarios que aspiran legítimamente a desarrollar
su actividad y los vecinos que aspiran a conservar unas condiciones dignas de convivencia.
Urge, por lo tanto, adoptar medidas para que esto no ocurra. Es necesario crear un espacio de encuentro, de diálogo, sobre el
modelo de ocio y turismo al que aspiramos, un modelo que haga viable ese turismo de calidad y estable con una ciudad apacible y
acogedora.
Sabemos que es un problema complejo y que no viene de ahora, y como tal, requiere de una solución integral en la que estén
implicadas todas las delegaciones con competencias del Ayuntamiento, así como empresarios y vecinos, entre otros
colectivos.
Pero, sobre todo, son necesarios datos ciertos y bien documentados para la toma de decisiones, datos que, todo hay que
decirlo, están brillando por su ausencia.
El Ayuntamiento ha decidido hoy coger las riendas de este problema y de marcar unas pautas que permitan avanzar hacia una
correcta convivencia entre todos.
No se trata de un fantasmal alcalde de la noche, ni una mera mesa de intercambio de opiniones, vamos a trabajar por que se
transforme en un auténtico órgano asesor que ponga límites al voraz negocio del turismo y del ocio que ha comenzado a inundar la
ciudad como un tsunami.
Así se lo hemos pedimos a todos los grupos políticos, un compromiso institucional de todos los partidos representados en
este hemiciclo para crear un observatorio que podría ser también el de la “hospitalidad”, un lugar desde el que compatibilizar un crecimiento armónico del ocio y del turismo con la vida cotidiana de sus gentes.
María José Broseta, presidenta de la Federación de AAVV de València