Con este lema, el floreciente movimiento vecinal de los años 70 participó activamente en la movilización general para salvar el cauce del Turia de su transformación en una autovía que habría de atravesar la ciudad de parte a parte como pretendían los últimos gobernantes franquistas de la ciudad.
Bajo el paraguas de la incipiente coordinadora de entidades vecinales, embrión de lo que años después sería la Federació d’Associacions Veïnals de València (FAAVV), el movimiento vecinal se sumó a la multitud de acciones que acabaron transformando la ciudad.
Activismo vecinal
Fueron años de gran activismo vecinal, la conquista del Saler, del cauce del Turia, y la misma democracia estaban en la agenda como conquistas inaplazables que habrían de cambiar el futuro de la ciudad.
Es un orgullo poder volver la vista atrás y reconocer que la ciudadanía, la gente de a pie, fuimos protagonistas de aquellas conquistas. Son un espejo en el que mostrar de lo que es capaz el movimiento ciudadano cuando trabaja unido con un propósito común.
El río Turia, punto de encuentro
Pero la satisfacción del movimiento vecinal va mas allá de celebraciones onomásticas, el Turia es hoy un fenómeno social de enorme éxito, es el punto de encuentro diario para miles de personas que lo recorren y disfrutan de mil maneras. Ya no es imposible imaginar la ciudad sin ese rio verde que la vertebra y humaniza.
Por ello es responsabilidad de todos mantenerlo, cuidarlo y, sobre todo, acabarlo! Y ese es el mensaje que trasladó María José Broseta en el encuentro sobre el 35 aniversario del cauce del Turia como jardín.
“Nos alegramos enormemente de escuchar los compromisos firmes que estos días se anuncian y hacemos votos para que se cumplan. Este rio verde debe acabar en el mar, es su punto natural de llegada, que su desembocadura sea un muelle es algo que nunca debió ocurrir y que está en nuestra agenda como lo estuvo en la década de los 70”.
“El puerto debe estar al servicio de la ciudad y no al revés, ya es hora de que pongamos el orden de los factores en su sitio”
El cauce necesita de cuidados y de una mejor ordenación. Las actuales generaciones ya no pueden imaginar valencia sin su rio verde, por ellas y por la que vendrán no solo hay que acabarlo, también, hay que sacar de él el montón de cemento que le sobra, hay que mejorar la distribución de instalaciones deportivas y gestionarlas como espacios abiertos y no privativos, y evitar las tentaciones de ir metiendo en el todo lo que no cabe en otro sitio, porque sea mas económico o este mas a mano.
Hoy es un día de orgullo y de celebración al recordar como la voluntad de sus ciudadanos cambió la ciudad, pero también queremos que sea un día para renovar el compromiso de hacerlo llegar al mar como un espacio natural y de vida social abierta a todas y todos