Los sondeos preliminares realizados por el servicio de contaminación acústica del Ayuntamiento de València demuestran que los niveles de ruido, hasta altas horas de la madrugada, superan lo tolerable para una zona residencial y cumplen con los criterios para iniciar un procedimiento de declaración ZAS.
Convocada por el concejal responsable del Servicio de Playas, Calidad Acústica y del Aire, Giuseppe Grezzi, ayer, 25 de octubre, se reunió una mesa informativa para hablar sobre lo que está pasando en estas plazas y cómo ponerle remedio.
La responsable del Servicio de Contaminación Acústica informó que desde el pasado verano hay en funcionamiento dos sonómetros que presentan mediciones preocupantes y que podrían dar lugar a iniciar un procedimiento ZAS.
Desde la policía local igualmente se dio cuenta de la gravedad de fenómeno y de la necesidad de coordinar esfuerzos.
La ausencia de la noche mas notable fue la del servicio de actividades y espacio público que aportó un informe en el que daba cuenta de la existencia de 64 terrazas (¡).
A su vez el concejal remarcó que desde su servicio se ha hecho todo lo posible por identificar y cuantificar los problemas que padecen los residentes, pero que no podía asumir compromisos concretos mas allá de sus competencias.
Se remitió en todo momento a las declaraciones del Alcalde Joan Ribó sobre la pronta convocatoria del Observatorio del Ocio y el Turismo y a mantener grupos de trabajo en el marco de las juntas de distrito.
Los vecinos, representados por la asociaciones de vecinales de Plaza Honduras y Ciudad Jardín manifestamos nuestro disgusto por la ausencia de propuestas concretas a pesar de los meses que llevamos con esta escalada del vandalismo que va mas allá del botellón.
Consideramos que el problema de fondo es la “zonificación”, la muy alta concentración de locales y de terrazas que se apropian incluso de los jardines.
El problema no es nuevo, pero la resaca de la pandemia lo ha vuelto mas loco e imprevisible.
El movimiento vecinal formuló un decálogo de propuestas, y le rogamos al Concejal que las hiciera constar en acta y se las hiciera llegar al Alcalde Joan Ribó. El problema necesita de un concejal con mando en plaza en cada distrito capaz de informar verazmente de los problemas y de asumir compromisos con las medidas a adoptar.
Estas fueron las propuestas que dejamos sobre la mesa:
Plan para la buena convivencia vecinal
Medidas que se proponen para impedir la zonificación y conquistar la “nueva normalidad”
1) Control de aforos y colocación de un mayor número de sonómetros
2) Presencia policial disuasoria y mayor vigilancia especialmente a partir de la hora de cierre de los locales
3) Planes de baldeo y limpieza nocturna
4) Inventario de locales de pública concurrencia. Inspección de actividad, aforos y limitación temporal del horario de cierre. Moratoria de nuevas licencias
5) Revisión del tamaño de las terrazas, y control de aforos. Prohibir las terrazas en jardines públicos y la venta de consumiciones para llevar.
6) Mejor atención al 092, evitando bloqueos y fijando protocolos de actuación
7) Acceso a los atestados policiales por los interesados en las denuncias sin tener que pagar los consabidos 32€ de penalización
8) Revisión de los procedimientos de tramitación de los expedientes sancionadores para que contemplen los agravantes de daños a terceros, a la salud y al descanso y se puedan adoptar medidas cautelares de policía
9) Adopción de medidas de comunicación y sensibilización social.
10) Fijar reuniones periódicas para evaluar el cumplimiento y eficacia de las medidas adoptadas.
En suma, nuestras propuestas van en el sentido de contener el vandalismo de forma inmediata, reducir la presencia de locales de pública concurrencia y limitar su actividad para evitar la zonificación
Las asociaciones de vecinos continuaran con las manifestaciones y actos de protesta previstos hasta ver compromisos concretos